Duncan
Macdougall, un gran medico que trabajo en Massachusetts empezó a preguntarse
por el alma. Gracias a su trabajo descubrió algo increíble, ya que empezó a
preguntarse por ella. El alma tiene un peso? La respuesta es si, y su peso son
21 gramos.
Dicho
doctor creo una cama unida a una balanza, donde
empezó a experimentar con pacientes tuberculosos en su lecho de muerte.
Unas 5
horas antes de la muerte de su primer paciente empezó a medir cada una de las
variaciones de peso. En el momento que dicho paciente perece, hay una variación
de unos 21,3 gramos. Habia un limite entre 10 y 40 gramos de variacion, pero la
media eran 21 gramos.
Muchos médicos
y científicos no apoyaban su teoría, ya que cuando una persona fallece pierde
agua en cuestión de minutos.
El
doctor Duncan, tenia respuesta para ello, ya que el peso que el calculaba se perdía
al momento del paciente morir, y no a los pocos minutos.
También
decían que podía ser el aire acumulado en los pulmones, donde al fallecer se
desinflaban, lo que hicieron, fue desinflar los pulmones mientras el paciente seguía
con vida para comprobar si podría ser esta la respuesta a la perdida de peso inexplicable que se tenia al morir, pues bien,
aun así, se seguía perdiendo el mismo peso. Descartaron la posibilidad de que
el aire de los pulmones afectara a la variación de peso estudiada.
Duncan
solo pudo hacer unos 6 casos más, en resumen, no pudo continuar con sus
experimentos porque se los anularon. Más tarde siguió haciendo pruebas en
secreto. También investigo con perros y llego a la conclusión de que los perros
no tenían alma.
Si os fijáis,
en las pinturas egipcias aparece Anubis con el peso de las almas, hay una pluma
y esas almas que pasan para que se las pese.
Da Vinci
también intento buscar el alma dentro de los cerebros, por eso acabo encerrado.
En
Michigan se experimento con 540 pacientes, la variación del peso que perdían al
morir era entre 10 y 25 gramos.
La cámara
fue un gran invento que ayudo mucho al doctor Baraduc, ya que gracias a ello consiguió
fotografiar el alma tanto de su hijo André, como de su mujer Nadin.
André murió
y su padre el doctor Baraduc destrozado por su perdida, empezó a rezarle al
cuerpo sin vida de su hijo, donde observo una especie de nube salir del ataúd,
no se lo pensó dos veces y fotografió el cuerpo de su hijo fallecido. (Esto sucedió
en el año 1907)
Baraduc,
en ese mismo instante, se dio cuenta que el cuerpo tiene una substancia, que al
morir, sale en forma de neblina.
Nadin,
la mujer del doctor, entro en una gran depresión, donde 6 meses después de la
perdida de su hijo, fallecio. El doctor estaba preparado para ello, así que decidió colocar cámaras alrededor de la cama donde
estaba su esposa. Nada mas fallecer, se hizo la primera foto, donde aparecieron
3 bolas de luz que salían del cuerpo sin vida de Nadin, a los 15 minutos
realiza otra foto, donde esas tres bolas se habían convertido en una nube.
Baraduc
decía que el alma no siempre tiene la misma forma, ya que depende del peso del
cuerpo y de la forma de cada persona según estas variaciones las nubes serian
diferentes.
Lógicamente
para llegar a esta conclusión, el doctor investigo con más personas a parte de
su esposa y su hijo.
Había
gente que no creía en sus investigaciones y lo acusaron de manipular la cámara,
haciendo agujeros en el fuelle.
Las
investigaciones que nos ofrecieron estos dos grandes médicos son pruebas de que
el alma tiene que estar en algún sitio de nuestro cuerpo, esperando el día de
nuestra muerte para partir.
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